Pueblo Liebig es la muestra viviente de un pasado industrial, con un presente turístico. Esta pequeña localidad del centro de la provincia de Entre Rios, es un lugar sin tiempo, anacrónico y encantador. Tuve el placer de conocerlo hace unos días, en una escapada en el feriado de Semana Santa 2021 y te cuento su historia y sus atractivos.
Pueblo Liebig esta ubicado a orillas del río Uruguay y frente a la isla del Queguay Grande, El poblado se encuentra en el centro este de Entre Ríos y forma parte del departamento Colón. Su acceso se ubica en el kilómetro 165 de la Ruta Nacional N° 14. Y es un vestigio de otras épocas, cuando la industria servía de base a la fundación de pueblos y asentamientos. Hoy tiene apenas un poco mas de 800 habitantes y recién eligió sus autoridades y se convirtió en Municipio en Diciembre 2019…..Y aunque la mayoría de sus habitantes originales ya no estén, y hayan dado paso a ciertas refacciones de sus casas y alguna modernidad, la imponente planta alimenticia que le dio origen es un museo a cielo abierto que vale la pena conocer
HISTORIA DE PUEBLO LIEBIG
Los inicios de Pueblo Liebig se remontan al último cuarto del siglo XIX, después de que el General Urquiza fundara Villa Colón (ciudad cabecera del departamento) y autorizo la instalación de un pequeño saladero en este lugar. Y asi surgio un poblado precario que se convertiría en el precursor de la localidad. Los primeros habitantes de la región eran campesinos que venían de los Alpes suizos, franceses e italianos. Pero, en realidad, el verdadero impulso llegaría en los primeros años del siglo XX, cuando, a raíz de un descubrimiento que revolucionaría el mercado cárnico (el «corn beef» o carne en conserva o «picadillo de carne»). Y fue así como capitales ingleses llegaron hasta este rincón entrerriano para fundar la Liebig’s Extract of Meat Company Limited.
Todo esto surge gracias a una idea del ingeniero belga Georges Giebert que ya tenia saladeros en Argentina y en Uruguay y desarrolló el método de conservación de la carne inventado por el alemán Julius von Liebig. Toda la producción estaba destinada a Europa y era exportada directamente desde los puertos de Colón y Fray Bentos hasta Ámberes (Bélgica) y Londres. Por ende, Liebig tuvo su origen en 1903, debido al emprendimiento que decidió instalar un imponente frigorífico. Esta empresa fue la responsable del trazado urbano del asentamiento con su característico estilo inglés del siglo XIX, que aún hoy llama la atención por su particular apariencia. Las casas de los distintos «barrios» alojaban diferentes categorías de obreros y de personal jerárquico.
Para 1910 la expansión del frigorífico era impresionante… En los medios de Buenos Aires se referirían al emprendimiento como la «cocina más grande del mundo». Alli, hasta la década del ’50, se faenaban 1.500 animales diarios y la ocupación alcanzaba a 3.500 obreros en turnos diurnos y nocturnos. El momento de mayor auge comercial y económico fue durante la Segunda Guerra Mundial, debido a la gran demanda de alimentos… La producción local de carne en conserva que se embarcaba a Gran Bretaña directamente desde el puerto instalado sobre el río Uruguay.
Pero cuando la guerra termino, las modificaciones de la legislación de la Unión Europea, los cambios tecnológicos y los nuevos gustos del mercado seria el principio de la decadencia…. Muy rápidamente la carne enlatada de Pueblo Liebig dejó de ser consumida en Europa, y todo decayó hasta que cerró en 1970. Fue comprada varias veces por empresarios locales que intentaron rescatarla, sin éxito y finalmente fue desmantelada. Hoy queda un enorme monumento a una lata en la plaza central…
DATO DE COLOR
La planta y el pueblo recibieron la visita de Eduardo de Windsor durante su gira por la Argentina en 1925 (quien mas tarde fue el rey Eduardo VIII). Visitó los principales centros de inversiones británicas en la Argentina y su viaje lo llevó desde la Mesopotamia hasta la Patagonia.
QUE VER EN PUEBLO LIEBIG
La mejor manera de conocer el pueblo es caminando! Hay visitas guiadas organizadas los fines de semana por el municipio, que te llevan por las filas de casas similares que están organizadas según distintas categorías… Los que tenían familia ocupaban pequeñas viviendas individuales en lo que se llamaba los corralones; mientras que los solteros lo hacían en casas comunitarias. Los capataces y los directivos vivían por su parte en otra zona, más apartada. El tamaño de sus casas iban creciendo según la importancia de su cargo.
En el medio del pueblo esta la capilla, la escuela y una plaza. El pueblo fue declarado Bien de Interés Industrial Nacional para conservar el estado el trazado y las construcciones (tanto la fábrica como las viviendas, los corralones, el centro cívico, la bomba de agua y los muelles sobre el río Uruguay). Las visitas cuentan la historia del nacimiento y del apogeo de la planta y de su pueblo. Los guías recuerdan que Liebig fue una isla de modernidad en la provincia. Contó con electricidad, una planta purificadora de agua, un sistema de cloacas, tomas de agua para los bomberos y muchos otros servicios que no existían en gran parte del país en aquellos tiempos.
En cuanto a la capilla, se dice que en 1950 , uno de los tantos directores que tuvo la fabrica, salvó su vida milagrosamente y se convirtió al catolicismo. Su esposa mandó construir la capilla del Sagrado Corazón de Jesús, que es hoy uno de los edificios históricos del pueblo. Mientras estuvo la fabrica en actividad, todo lo del pueblo era de su propiedad, pero cuando se fueron, donaron las viviendas y así se formo la primera Junta de Gobierno municipal, con los pocos pobladores que se quedaron.
NATURALEZA, DEPORTES Y PLAYA
Recostado sobre el río Uruguay, Pueblo Liebig invita a disfrutar de la playa y la naturaleza. El Club de Pescadores, convoca muchos adeptos a la pesca deportiva que compiten en torneos de pesca durante los fines de semana. Al lado del muelle de pasajeros (donde desembarcaban los trabajadores de los pueblos vecinos que venian a la fabrica), hay una playita tranquila y de aguas claras ideal para el relax y el mate de la tarde.
Además la impronta británica quedó marcada en las instalaciones deportivas: un campo de golf, un club de tenis y una cancha de futbol. Liebig tuvo uno de los equipos de futbol más antiguos del país fundado en 1904.
Entre los atractivos hay un museo que cuenta esta historia de grandeza y decadencia. En el barrio de los «chalets» un emprendedor privado, abre las puertas de su casa para mostrar la mayor colección de mariposas del país.
ALOJAMIENTO Y GASTRONOMIA
Yo me aloje en el mismo pueblo, y hay algunas cabañas turísticas de distintas categorías y características. Respecto de la gastronomía, no hay muchas opciones de restaurantes y solo sirven minutas. Nosotros probamos Ladran Sancho y Porton Rojo ambas opciones muy buenas y con excelente onda con shows en vivo !. Hay muchas despensas para comprar y preparar lo que quieras o podes ir hasta Colon, que esta a apenas 10 km, o San Jose a 7 km.
Me encanto visitar este rinconcito de la mesopotamia ! Vos lo conoces?
