El barrio Rawson es conocido porque allí vivió el escritor Julio Cortázar cuando era joven, pero este pequeño triángulo delimitado por las calles Espinoza, Tinogasta y Zamudio, lindante con la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires, tiene historia propia. Me fui en bici a recorrerlo y acá te cuento sus secretos
En este triangulo magico, los chicos y grandes andan en bicicleta, los vecinos conversan sin apuro en las veredas y las cotorras trinan como si el mundo fuera a venirse abajo. De los autos, ni noticias y ni nos acordamos del ruido de las avenidas cercanas… Pero no voy a extenderme en la introducción, mejor, paso a contarles algunos aspectos interesantes de esta misteriosa zona de Buenos Aires.
HISTORIA DEL BARRIO RAWSON
Este pintoresco rincón porteño, también disminuido jerárquicamente en algunos papeles oficiales como «sub-barrio Rawson» 🙁 lleva el nombre de un legislador, que fue ministro de Mitre y médico fundador de la Cruz Roja Argentina, Guillermo Rawson, y formó parte de la legendaria Chacarita de los Colegiales, propiedad de la Compañía de Jesús.
Al ser expulsados los jesuitas del Río de la Plata, estas posesiones, reclamadas justa o injustamente por infinidad de vecinos, siguieron intrincados caminos judiciales, y sobre parte de ellas se formó en 1904 la Escuela -posteriormente Facultad- de Agronomía. Hasta que en 1915 una ley nacional crea la Comisión Nacional de Casas Baratas (CNCB). Que era una iniciativa impulsada por el diputado cordobés Juan F. Cafferata (que tambien tiene un sub barrio con su nombre en Parque Chacabuco… Sobre este barrio aun estoy investigando !) Ese organismo fue el encargado de la planificación del proyecto que se construyó entre los años 1928 y 1933. En sus orígenes estaba compuesto por dos sectores distintos: Por un lado, nueve edificios de departamentos de planta baja y tres pisos altos distribuidos dentro de un parque. Y por el otro, 104 casas individuales ubicadas entre pasajes en una superficie triangular conformada por las calles Espinoza, Tinogasta y Zamudio.
Hay ocho departamentos por edificio, haciendo un total de 72, que cuentan con un hall central, un comedor, tres dormitorios, living, cocina y patio cubierto. En el caso de las casas unifamiliares, tienen una sala común, cuatro dormitorios, baño, cocina, lavadero y despensa. El barrio también cuenta con una plaza y un gran tranque de provisión de agua.
VECINOS ILUSTRES
En el 3er. Piso del edificio circundado por jardines y árboles, Artigas 3246, vivió unos años Julio Cortázar, junto a su madre y a su hermana Memé. Así lo recuerda una placa
También otro singular poeta porteño, Carlos Muñoz y Pérez, (Carlos de la Púa) inmortalizado por su sólo libro “La crencha engrasada” es recordado por la plazoleta que lleva su nombre, ubicada justo enfrente de la puerta por la que tantas veces pasó Julio.
QUE HACER EN EL BARRIO RAWSON
Basicamente nada… Lo mas lindo de este barrio es sencillamente caminarlo y pasear… A la vieja usanza, sin prisa, disfrutando sus callecitas y su microclima relajado. Pero si queres buscar una «excusa» visitar el frente del edificio donde vivió Julio Cortázar seguramente hará emocionar a más de uno. Imaginarlo caminar esas calles, dialogar con sus adorados gatos (“los guardianes de la vereda”) y empezar a fantasear algunos de sus cuentos puede ser un viaje exquisito para los amantes de la literatura.
La plazoleta frente a su vivienda, en honor a Carlos de la Púa, tiene también una mini biblioteca popular a cielo abierto apodada “La Maga”
Si queres recuperar energías, podes parar a tomar algo en Rayuela (Gral J. G. Artigas 3199). Es un restó cálido, en una esquina que nos recuerda a las confiterías parisinas, rodeado de árboles y los aromas de sus flores. Ademas tiene musicos de jazz en vivo que realmente hacen que te transportes a otro rincón del mundo.
Este otro mundo, sin bocinas, sin gritos, de gente que pasea tranquilamente sin molestar al prójimo, de vecinos que se saludan…El Barrio Rawson es de los pocos secretos que le quedan a Buenos Aires.