Creo que datos de donde comer en Mar del Plata, debe haber tantos como familias argentinas que visitan esa maravillosa ciudad. Sin embargo yo me siento feliz de compartir este «datazo»: EL REY DEL CALZONE, es el clásico bodegón familiar, de porciones muy generosas y con presentaciones que le sacarían caspa al propio Martitegui.
Especialistas en todo: pastas, mariscos, carnes y por supuesto calzones y pizzas. El ambiente es familiar y hay gente que concurre desde hace 40 años. Todos se conocen y se saludan con cariño y profesionalismo típico de quien sabe cuidar y distinguir a los clientes fieles. Obviamente es atendido por sus dueños «con la calidad de siempre y precios para verdaderos amigos» según reza en su slogan.
Hay que llegar temprano o aguantarse una hora de espera para poder entrar. Tiene 350 m2 que se llenan enseguida. La espera bien vale la pena.
Es muy difícil recomendar un plato, todo es grande, rico y untuoso. Pero cuando fuimos la primera vez, un vecino de playa me sopló que el top 3 es: Conejo a la cazadora, Lasagna y Pollo al oreganato. Como cuando lo visitamos mis hijos estaban agotados de tanto mar y viento, optamos por pedir solo dos platos: Lasagna y Conejo a la cazadora… Un golazo de media cancha digna de ser reportada por los Antigurmeteros.
Para cerrar el festín, optamos por un suculento flan con dulce de leche, que compartimos solo los que quedamos despiertos (marido y yo!)