El que mucho abarca poco aprieta. Es sabido. Lo decía mi abuela y su frase me resuena en la cabeza. El blog perdió energía en la multitud de cosas que cerraron el 2014. Y no sé si serán los 40 que llegaron, el cambio de colegio de mis hijos, o el cambio de diseño del blog que me da aun un poquito de miedo y no logro expandirme y relajarme en la escritura periódica de este espacio. Pero el tiempo hizo estragos en este ciberespacio. Tirano como pocos, nos pasa factura. Y las mías se me están acumulando.
Prometo ponerme al día y retomar la gimnasia de disfrutar de este espacio compartido.
Gracias por estar. Gracias por la paciencia. Gracias por esperarme.