El calor de mediodía abruma a los cientos de personas que esperan abordar uno de los vuelos locales en el aeropuerto Mariscal Sucre. La sala está llena y los viajeros no tienen más remedio que sentarse (quienes consiguieron un lugar) a leer un libro o hablar por celular.
En otra sala de espera, alguien intenta elegir entre jugo de naranja o un té de cítricos. El de naranja es su elección y lo acompaña con sándwich de jamón y queso y una porción de frutillas frescas. Esta es la comodidad y el servicio que encuentra en las dos salas VIP que administra la concesionaria Quiport en el aeropuerto MARISCAL SUCRE de Quito.
Asientos de cuero, televisión, Internet wifi, camas de descanso que cuentan con alarmas y despertadores, área para niños, servicio de bar y alimentos y bebidas ilimitadas, cargadores para celulares de todas las marcas y computadoras. La atención está a cargo de 15 personas.
Para acceder a las salas VIP, hay CUATRO formas:
- La primera a través de una invitación que hace la aerolínea u operadora de viajes en caso de ser viajero frecuente.
- Otra es para clientes bancarios VIP, que cuentan con tarjetas crédito «platino» o los socios Diners.
- La tercera opción es cancelar los valores de U$S 12 para acceder a la sala VIP nacional y U$S 20 a la internacional.
- Y la cuarta es tener tarjeta Priority pass o Gateway.