La mejor vista de Rio de Janeiro en el Hotel Othon Palace

En el ultimo viaje familiar a Rio de Janeiro no hospedamos en el hotel Othon Palace justo frente a la playa de Copacabana.- La decisión al momento de decidir el hotel, estuvo basada en la ubicación: queríamos estar frente a la playa y poder disfrutarla a full y también tener buenos medios de transporte a disposición ya que queríamos recorrer la ciudad en transporte publico como les conté acá. El Hotel Rio Othon Palace en Roo de Janeiro, cumplía con todos los requisitos que buscábamos:  está situado frente a la playa de Copacabana y a 400 metros de la estación de metro  Cantagalo.

El hotel es un hotel 4 estrellas que seguramente en su época de esplendor habrá sido hermoso. Hoy es un hotel de decoración antigua, un poco «setentosa» pero con un servicio y atención excelentes. (Toda la ciudad de Rio de Janeiro es un poco setentosa en realidad…). Todo el personal que nos atendió, ya sea desde  el ascensorista (este detalle denota la edad del hotel!), el personal de recepción, mucamas y personal de limpieza., siempre con una sonrisa, con un gesto amable y dispuestos a ayudar. El hotel tiene mas de 500 habitaciones y la cantidad de gente que circula y se acumula en los espacios comunes es muchísima, pero sin embargo todo fluye sin problemas  y uno se siente cómodo.

La decoración de la habitación era antigua, pero bien mantenida y de dimensiones generosas. Nos dijeron que de a poco están remodelando las habitaciones quitando las alfombras, renovando la blanqueria y actualizando los placares. El baño tiene kit de amenities y estaba modernizado e impecable. Las habitaciones del Rio Othon Palace tienen aire acondicionado (muy potente, como es clásico en Brasil), TV por cable de pantalla plana, Wi-Fi gratis y minibar.   Nuestra habitación en el piso 13,  tenia vista al mar.

Rio Othon Palace tiene un servicio de playa sujeto a disponibilidad, que aun siendo un fin de semana largo por Semana Santa, siempre funciono perfecto. Por la salida «de servicio» del hotel que da a una calle lateral, indicando tu numero de habitación, te brindan toallas y reposeras para la playa.  Es un golazo!  No tenes que preocuparte de trasladar toallas desde tu casa, ni resolver el problema de la humedad ni de la arena que se va acumulando a lo largo de los días… Pedís la cantidad que querés o necesitas y te vas con tus cosas a la playa. Allí te esperan en un Gazebo identificado con el nombre del hotel, donde te dan una sombrilla que te la colocan donde vos le pidas

Turist alert !! 🙁 : Atenti con esto: Ni bien pones un pie en la arena te rodean dos o tres personas voceando «ameo…! Sos del Othon?»… La respuesta es obvia porque uno generalmente lleva la toalla y las reposeras en la mano, y llevan el nombre del hotel… ! Entonces despliegan la «viveza» carioca y te sueltan «No hay mas sombrillas del Othon, están todas ocupadas…! Pero si queres te consigo una..!» Ahí la única respuesta posible es : NO GRACIAS ! y no emitir mas sonido. Porque obviamente la frase «yo te consigo una» lleva implícito que vas a tener que pagar por ella.  Te van a perseguir por toda la playa, porque hay que reconocerles que son insistentes… pero no cedas! Mi respuesta fue «no hay problema, esperamos que alguna se libere». Pusimos nuestras sillas, desplegamos lonas y toallas y nos sentamos a rayo del sol. A los 4 minutos por reloj apareció el verdadero responsable de las sombrillas del hotel y nos coloco la sombrilla donde estábamos sentados. Con el correr de los días, me entere que hubo familias que pagaron hasta R$ 65 por una sombrilla con la consiguiente discusión, regateo, etc. No importa si el precio es caro o barato, es bueno evitarse el mal momento si estas en plan de descanso 🙂

El desayuno se sirve en el restaurante Bossa Café, y tiene variedad de panes, frutas, pasteles y bebidas. Es realmente enorme y todo el tiempo lleno de gente. sin embargo la limpieza y mantenimiento de todo es impecable. Ademas continuamente están reponiendo la comida. Desayunamos siempre en distintos horarios y siempre pudimos disfrutar de todo lo que ofrecían. Otras comidas pueden disfrutarse en el bar y restaurante Skylab, ubicado en el 30° piso al lado de la pileta.  Tiene una vista a la ciudad y sirve platos a la carta de cocina brasileña e internacional, que no probamos porque anduvimos conociendo otras opciones…

La pileta esta en el piso 30 y si bien es pequeña, pudimos disfrutarla.

El espacio para reposeras es estrecho y generalmente esta lleno, eso lo hace un poco incomodo para circular y se siente todo un poco amontonado.

Los empleados de la recepción 24h ofrecen información turística y consigna de equipaje gratuito. El hotel también ofrece el late check-out con costo adicional, bajo disponibilidad y servicio de alquiler de bicicleta por un costo adicional. En conclusión es una gran alternativa si buscas un lugar cómodo para alojarte en Rio. Al principio, ni bien entre y vi la recepción atestada de gente y  los 5 ascensores siempre llenos, crei que seria una tortura…. Nunca me gustaron los amontonamientos y de vieja me pongo menos paciente 🙁 pero realmente tengo que reconocer que todo resulto maravilloso en la «cidade maravilhosa»!

 

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