Conocí El Alfarcito gracias a mi recorrido en el Tren a las nubes. Esta ubicado en la Quebrada del Toro, en los cerros del departamento salteño de Rosario de Lerma y a 2.800 metros de altura, permite contemplar la belleza puneña, el trabajo de sus habitantes y la influencia directa que tiene el turismo en la generación de empleo. La soledad del paisaje, la obra del Alfarcito y la realidad del entorno te abofetean un poco y no importa en que creas, o como se llama tu Dios o desde cuando lo tenes, pero seguro te vas a acordar de él cuando veas esto.
Resulta que una vez en algún día de Agosto de 1999, un loco o un visionario o simplemente un cura joven llego con una mochila al hombro a su destino sacerdotal en Salta: La capilla Santa Rita en Rosario de Lerma. Era Sigfrido Maximiliano Moroder, el padre “Chifri” para todos, que para cumplir su misión pastoral comenzó a recorrer a pie las comunidades de la Quebrada de Toro que son los 59 km que unen Campo Quijano con Puerta de Tastil.
Así fue que el cura caminando entre montañas y cultivos de papas, hizo simple la vida difícil uniendo a las comunidades: se acercaba a la gente diciendo “estoy aquí, vine para ayudar”. Y sembrando amor, todos los ayudaron a levantar en adobe el Colegio Secundario Albergue de Montaña “El Alfarcito”, el primero del noroeste del país, junto a una solitaria iglesia de muros blanquísimos y un interior de una paz conmovedora.
El Colegio Secundario Albergue de Montaña El Alfarcito, alberga, equipa y educa, de manera absolutamente gratuita, a los egresados de las 18 escuelas primarias y a los adolescentes de las 26 comunidades diseminadas por esta zona.
También fundó 21 escuelas en 27 comunidades, para alentar entre los jóvenes el desarrollo socio-económico de la región. Para que se enraizaran en esa tierra. El estudio brinda tres orientaciones: producción, turismo y artesanías, y una capacitación en construcciones bioclimáticas con tecnología solar (por ejemplo, transformar una pared en un calefactor). El curita les decía a los chicos: “es importante que cada uno elija qué hacer con su vida” y mientras tanto el aprendía a cantar coplas, compartir la devoción por San Cayetano (el patrono de todas las comunidades), disfrutando el baile de los suris y aceptando que estos habitantes de las alturas donde el clima arrasa con cabras, ovejas y cultivos, veneran tanto a vírgenes como a la Pachamama.
También voló en parapente y soñó con viajar por el aire de una comunidad a otra. Y partió muy pronto de este mundo a la edad de 46 años.
El cura también levantó un centro de artesanos, donde venden sus trabajos sin intermediarios, un centro de salud y otro deportivo, invernaderos y comedores. Y logró la distribución gratuita de agua potable y la instalación de una radio con el sistema de Banda Lateral Única (BLU), el mismo que se usa desde alta mar. La creación de este colegio, como así también la construcción de viviendas, son parte del legado del padre Chifi, un cura que comenzó una obra donde la comunidad es la protagonista saliente.
La llegada del recorrido terrestre del Tren a las Nubes, multiplicó el arribo de visitantes y la actividad económica del paraje. La Fundación recibe a los turistas con un desayuno elaborado en base a productos regionales, los alumnos hacen de guías para recorrer la iglesia, el museo, el centro de artesanos y el colegio; y los artesanos y elaboradores gastronómicos tienen un nivel de actividad importante gracias a la llegada del tren. La Fiesta de la Papa Andina, los festejos de la Pachamama y la celebración del Patrono San Cayetano, con la misa, la procesión y el tradicional baile de los suris, son otros de los atractivos fuertes para los turistas en este paraje de la Puna.
La obra de la Fundación Alfarcito la sigue otro cura, el padre Walter, apostando a la educación, la innovación tecnológica y la defensa de la identidad. Así, la imagen del padre Chifri va más allá de El Alfarcito y de los cerros de Rosario de Lerma y se difunde una apasionante manera de acercarse a los fieles para dar mayor dignidad al trabajo de las personas de los cerros.
DATOS
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